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Todos deberíamos hacer ejercicio de forma constante para mantenernos sanos y en forma, sobre todo ejercicio aeróbico, también llamado cardio. Aunque no siempre apetece, ya sea porque ir al gimnasio puede resultar aburrido, o que no siempre haga buen tiempo como para salir a correr.

Pero hay un deporte perfecto para realizar durante todo el año: la natación. Tener acceso a una piscina cubierta todo el año es fácil y resulta más barato que la práctica de muchos otros deportes, sólo hay que abonarse a la piscina de la ciudad. Con nadar una hora tres o cuatro veces a la semana notarás los beneficios que aporta este deporte.

Como todos los ejercicios aeróbicos, nadar refuerza nuestro músculo más importante, el corazón. Elimina la grasa que pueda rodearlo y lo forzalece permitiendo así que bombee más sangre en cada latido. Además aumenta el calibre de las arterias coronarias, evitando así gran cantidad de afecciones cardíacas en un futuro.

En cuanto al sistema respiratorio, la natación aumenta la capacidad pulmonar, por lo tanto, se necesita respirar con menos frecuencia reduciendo así la fatiga respiratoria. Nadar a crol motiva a nuestro organismo a aumentar la cantidad de glóbulos rojos en la sangre, que transportarán más oxígeno y mantendrán la sangre limpia y libre de toxinas.

Nadar correctamente hace más flexibles nuestras articulaciones, retrasando problemas de la edad. Tanto los huesos como los músculos se refuerzan y aumentan su tamaño haciéndose más resistentes a lesiones; por lo tanto mejoran la calidad de nuestro sistema locomotor.

Psíquicamente, la natación también tiene sus beneficios. El agua es altamente terapéutica, e ir viendo que tu salud y tu físico se fortalecen mejorará tu autoestima.